La Inducción Miofascial es una parte de la Terapia Manual que busca restaurar la funcionalidad del sistema fascial alterado.

Para entender la Terapia Miofascial es necesario conocer “La Fascia”.

¿Qué es la fascia?. Es tejido conectivo que se encuentra en todo el cuerpo humano. Está compuesta principalmente de colágeno y elastina, y su función principal es sostener, envolver y separar diferentes partes de los músculos, órganos y otros tejidos.

Existen diferentes tipos de fascia, que se pueden clasificar en:

• · Fascia superficial: Se encuentra justo debajo de la piel y contiene grasa y tejido conectivo. Actúa como un amortiguador y proporciona soporte a la piel.
• · Fascia profunda: Es más densa y se encuentra más cerca de los músculos y huesos. Rodea músculos, grupos musculares y órganos, proporcionando soporte y facilitando el movimiento.
• · Fascia visceral: Envolviendo a los órganos internos, esta fascia ayuda a mantener la posición de los órganos y permite que se deslicen unos sobre otros durante los movimientos.

La fascia juega un papel importante en la biomecánica del cuerpo, la transmisión de fuerzas entre diferentes partes del cuerpo y en la función del sistema musculoesquelético. Además, puede influir en la postura y en la movilidad general.

Necesitamos tener un sistema fascial sano y equilibrado. La tensión o restricción en la fascia puede llevar a dolor y disfunción.

La disfunción miofascial puede producirse por diferentes traumatismos como golpes, caídas, cicatrices, intervenciones quirúrgicas, menstruaciones dolorosas, estrés, posturas inadecuadas, ansiedad, duelo, pérdidas, etc.

La eliminación de las restricciones fasciales permite restablecer el equilibrio corporal, eliminar los síntomas dolorosos y recuperar la alterada función del aparato locomotor.